Mi experiencia en el Casino de Mar del Plata

Hace ya unos días volví de Mar del Plata, una de las grandes ciudades turísticas de Argentina, y volví con algunas cosas para contar y mostrar, cosa que iré haciendo de a poco para no entorpecerlos con tantas cosas juntas.

Hoy toca contar mi experiencia personal en el Casino, ustedes pensarán que fui ahí tuve suerte y gané mucho dinero, pero no es así.

Decidí ir a conocer este lugar con mi hermana y el novio de ella, al momento de entrar me encontré con un Casino muy descuidado, muy sucio, tanto en los pisos como en los baños del mismo.

Quise jugar en una maquinita intentando apostar un billete de cincuenta pesos, pero mi hermana me persuadió a poner solo diez pesos justificando que yo era nuevo y que al no tener demasiada idea podía perder mucho dinero, un lindo gesto de hermanos.

Ahora viene la parte un tanto graciosa, aposté esos diez pesos a un juego de esos que en la pantalla pasan unas figuras que tienen que coincidir no recuerdo como se llaman exactamente, y luego de apostar logré ganar ¡doce pesos!, o sea recuperé los diez que había perdido y me gane dos, obvio que con eso no puedo hacer nada, pero para mi fue muy divertida esa situación.

Ahora paso a la parte fuerte a mi entender de todo esto. Me quedé super impresionado por la asquerosa y tremenda ludopatía de la gente que asiste (no todos por cierto) donde pierden increíbles cantidades de dinero. A sabiendas de que la situación económica no está para darse el lujo de tirar el capital, esa misma gente pierde y pierde varios miles de pesos.

Personalmente me tocó ver como una mujer perdía 4000 pesos por intentar ganar mas y mas, esa obsesión del ludópata es tremenda amigos.

Otra conclusión que saqué es el terrible negocio que es tener un salon de esparcimiento de este tipo, tanto el Estado como algunos privados afines recaudan millones de pesos por día, dinero que obviamente no vemos ni veremos, porque el reparto de esa torta es para pocos.

En fin, esta es una anécdota que quería compartir con ustedes.